Realmente esto ocurre incluso con el presidente de la escalera o el de las fiestas del barrio. Se mete en su burbuja y piensa que todo lo hace perfecto, obviando la realidad que fuera del alcance de su batuta hay problemas mayores que la marca de su papel higiénico.
La última perla de José María Aznar ha sido decir que el Gobierno español participa en la matanza de inocentes en Libia con las ventas de bombas racimo a Gadafi. Nadie de su entorno se ha molestado en desmentirlo ni corroborarlo, sólo en alentarlo e intentar machacar al adversario, aunque éste hace un par de asaltos que tiró la toalla. Todo da igual, todo vale, sobre todo si eres Señor Don Dios Altísimo de Aznar. Todo vale por un voto.
Permíteme que te tutee, José Mari, desde que Felipe se fue a Gas Natural y Tú, oh venerado ser, a Endesa... no os merecéis que os llame de usted, ya que para mí es un rango que hay que ganarse, señor presidente con minúscula.

Por último, déjeme decirle algo: váyase Sr.Aznar, pero váyase de una puta vez. Y si quiere déle la mano a su archienemigo Felipe y váyanse a hacer abdominales a Siberia.
Juan Carlos Pastor