sábado, 27 de agosto de 2011

Creatividad y libertad de expresión

Todos nos quejamos de la falta de libre pensamiento, creatividad, etc. Pero recordad que de pequeñitos nos hacían explicar en una redacción cómo habíamos pasado las vacaciones y abucheábamos al profe, si nos pedían un dibujo libre nos daban arcadas y si en la Universidad nos pedían un trabajo con bibliografía en inglés y sin base de conocimiento para que aprendiéramos a buscar información, directamente nos acordábamos de su familia enterita.

La cultura de aprobar=trabajar venía de generaciones anteriores, hablo de España, cuando un Ingeniero trabajaba sí o sí, un Arquitecto también y un Ingeniero de Caminos comía gratis en casa del Alcalde con el farmaceútico y el cura.

Ahora deberíamos cambiar la mentalidad de nuestros hijos. Darles 4 reglas básicas y dejadlos ir por el monte, que ellos elijan el camino por dónde ir (aunque sea el más largo), que en la playa elijan el sitio y el juego, que en casa elijan las tareas que tengan que hacer y el orden preferido. Y cuando de verdad en sus juegos estén haciendo algo arriesgado, se lo diremos con buenas palabras, explicándole serenamente por qué no es buena una acción y no con gritos que provoquen futuras histerias y miedos.

Yo lo intento y no es fácil. Parece una tontería, pero para mí (junto con el esfuerzo) la creatividad más la confianza es el 90% del trabajo de formación. Primera ecuación:

FORMACIÓN = ESFUERZO + CREATIVIDAD + CONFIANZA + x




¿Este cabroncete llamará la atención por algo?


Hasta hace poco, los dos partidos mayoritarios en España habían creado una esfera parecida a la americana. Si uno hacía algo, el otro lo criticaba. Aunque fuera algo que hubieran promovido ellos antes.

Recuerdo el Plan Hidrológico Nacional que intentó llevar a cabo el PSOE en los 80 y 90. Fue criticado hasta la saciedad por la AP y luego PP. Fue un coitus interruptus. Años después, el PP promovió otro PHN que coincidía en algo más de un 80% con el anterior del PSOE. Esta vez fue el PSOE el que se puso en contra. "Yo más, no, tú más, tú requete más. Ya no te ajunto". Ahora es peor.

Pero ahora, el nuevo partido, PPSOE acuerda tomar decisiones de calibre sin contar con la gente. Y hay personas dentro de los partidos que no están de acuerdo, pero ¡ay!, hay que callarse que el 20-N es el 36º aniversario de la muerte de Francisco y las elecciones.

Lo dicho, democracia a la americana: Democracia = vota y gracias. En EEUU pasan tanto del populacho que hacen las elecciones los martes, demostrado está que la clase trabajadora con menos derechos apenas acude a votar. ¡Como para pedir permiso en el trabajo!

Se quiere forjar opinión única a la ciudadanía. Hasta oír las diferentes radios en ciertas cuestiones recuerda el rancio sonido del NO-DO. En cuanto alguien se sale de lo establecido, no se preocupen, le recordarán que un conocido suyo fumó hachís una vez en el año 77 o que su padre era primo tercero del vecino de la suegra del cocinero de Franco.

Con todo esto completamos la ecuación anterior y la completamos:

FORMACIÓN = ESFUERZO + CREATIVIDAD + CONFIANZA + LIBERTAD DE EXPRESIÓN

A las tres primeras variables (trabajo, creatividad, confianza) les podemos echar un cable a nuestros hijos. A la cuarta, libertad de expresión, debemos echarle ese cable a los periodistas, políticos, etc. Alguno diría "Un cable, sí, al cuello"


Juan Carlos Pastor

jueves, 23 de junio de 2011

La cigarra y la hormiga (versión del director)

Yo os propongo otro "cuento"...
La cigarra y la hormiga (adaptación libre basada en mis lecturas de Adam Smith & co.)

Había una vez una hormiga llamada Perroflauta que no paraba de trabajar recogiendo semillas. El verano era cruel pero ella guardaba todo lo que podía para el crudo invierno.

Mientras tanto, unas cigarras señalaban a la pobre hormiga y le ofrecían jugar. Ella les espetaba a trabajar. Las cigarras señalaban con el índice y se mofaban de ella, ¡ese era un trabajo poco digno para una cigarra!.

Esta va pa'ministra


Cuando llegó el invierno, las cigarras tocaron el timbre de la hormiga. Ella esperaba que llegaran muertas de frío, pero llegaron con un traje bien calentito hecho por un escarabajo llamado José Tomás. Le ofrecieron a Perroflauta una casa mejor y un traje como el suyo. Como no tenía mucho excedente, pagó un 10% de su cosecha y se comprometió a dar el 10% de su cosecha del año próximo.

Al año siguiente hubo heladas y apenas pudo recoger semillas la preocupada Perroflauta. Las trajeadas cigarras le refinanciaron la deuda y le apretaron bien los güevecillos otros 10 años más.

La casa que le dieron era de pésima calidad y los servicios prometidos cada vez eran peores. Las cigarras le cobraron impuestos para que funcionaran mejor las insfraestructuras del barrio. Pero cada vez pagaba más y recibía menos a cambio.

Así que un día salió a la calle a protestar y le pegaron dos buenas hostias las abejas antidisturbios.


FIN. ¿Qué cojones esperábais? ¿Un final feliz?


Juan Carlos Pastor

lunes, 13 de junio de 2011

La Generación M

Tuve un profesor de Ética en 2º de BUP que dijo que nosotros éramos la generación que cambiaría el siglo XXI. Nos dijo que al haber nacido en el año 75 entraríamos en la primera década de la centuria teniendo de 25 a 35 años, edad que él pensaba que era la ideal para liderar y cambiar el mundo.

Yo llamo a esta generación la generación M. Y me incluyo, por supuesto. Todo dicho en general, formamos parte de una generación que ha vivido de la comodidad del nivel de vida de los padres consentidores, de una economía inflada superficialmente por una burbuja económica sin sentido y de unos gobernantes que han gastado en Ayuntamientos, Comunidades Autónomas y el Estado más dinero que el que tenían.

Después de un año, ya me he animado a contar a amigos que estoy haciendo Ciencias Políticas. Trato de explicar lo interesante que es el contenido: Ciencia Política, Sociología, Economía, Estadística, Historia... La extrañeza y la incomprensión general me hace sentir mejor, o al menos más sensible.

¿Por qué os cuento todo esto? Bien, cuando oigo hablar de los "monigotes" del 15-M, de los "porreros anti-sistema" y de la acampada de "ninis", me doy cuenta de que tenemos políticos que SÍ representan a la mayoría de la sociedad. A la sociedad vacía. Sin sensibilidad. Sin empatía.

¿Alguna vez os habéis parado a pensar que el "aspecto" de los jóvenes de ahora es criticado como lo era el nuestro? Nosotros (30-40 años) íbamos con camales en los vaqueros, chalecos de flores y protozoos, tupés, melenas, camisas 2 tallas superiores a las de ahora... es el equivalente a las rastas, pelos de colores y pantalones "cagaos".

¿Será envidia por no haber hecho nada? Probablemente. Porque cuando las cosas van bien, aunque sea temporalmente, es el momento de arreglar los problemas. Pero claro, ahora todo son lamentos y quejas. O como dijo el maestro Sabina... "No hay nada peor que lamentar lo que jamás sucedió"

Por eso, cuando digo que me gusta la ópera y también el fútbol y me miran raro, me digo a mí mismo: “Me gusta ser diferente”. Soy de la generación M, la generación Mierda, la que permaneció callada, pero al menos estoy cambiando mi mentalidad. Nunca es tarde si la dicha es buena. Y apoyo el movimiento, sí. Apoyo a los nuevos que tendrán 35 cuando yo tenga 45. Desde luego que habrá algún futuro corrupto dentro, algún jeta, algún gili... ¿No los hay en tu comunidad de vecinos, en tu trabajo, incluso en tu grupo de amigos?

Yo me quedo con la idea general y con esta gente con ilusión. Con muchas proposiciones concretas. Antes de criticar los nuevos movimientos críticos, por favor, leamos las propuestas. Son tan sencillas y tan evidentes que es difícil no estar de acuerdo en muchas de ellas.


Y recordad, hacer y opinar “lo normal” no es hacer u opinar “lo habitual”...


Juan Carlos Pastor


martes, 19 de abril de 2011

El síndrome Moncloa

Hace varios años escuché el significado del "síndrome Moncloa". Cuando un presidente, en este caso Presidente con mayúsculas (por ser del Gobierno), ocupa su segundo mandato, ocurre lo que en cualquier empresa importante del mundo: el que posee el poder cree que nadie más que Él (en mayúsculas como Dios) puede ostentarlo. El síndrome afirma que el Presidente que repite cree que la Moncloa es su chalet y cuando algo falla, hagamos un pareado, destruye al mensajero o bien al consejero.

Realmente esto ocurre incluso con el presidente de la escalera o el de las fiestas del barrio. Se mete en su burbuja y piensa que todo lo hace perfecto, obviando la realidad que fuera del alcance de su batuta hay problemas mayores que la marca de su papel higiénico.

La última perla de José María Aznar ha sido decir que el Gobierno español participa en la matanza de inocentes en Libia con las ventas de bombas racimo a Gadafi. Nadie de su entorno se ha molestado en desmentirlo ni corroborarlo, sólo en alentarlo e intentar machacar al adversario, aunque éste hace un par de asaltos que tiró la toalla. Todo da igual, todo vale, sobre todo si eres Señor Don Dios Altísimo de Aznar. Todo vale por un voto.

Permíteme que te tutee, José Mari, desde que Felipe se fue a Gas Natural y Tú, oh venerado ser, a Endesa... no os merecéis que os llame de usted, ya que para mí es un rango que hay que ganarse, señor presidente con minúscula.


Por último, déjeme decirle algo: váyase Sr.Aznar, pero váyase de una puta vez. Y si quiere déle la mano a su archienemigo Felipe y váyanse a hacer abdominales a Siberia.


Juan Carlos Pastor


miércoles, 6 de abril de 2011

¿Eres un hooligan?


Mi vecina dice que el colegio de su hijo es el mejor. Otras vecinas también van al mejor colegio de Alicante y no es el mismo. Mi primo justifica los ERE de Andalucía, es del PSOE. Mi tía dice que a Camps le están tendiendo una trampa, es del PP. Mi vecino opina que Cristiano Ronaldo es un buen tío. Le cae bien, es madridista.

¿Por qué justificamos lo injustificable? ¿Por qué pensamos que lo nuestro es lo mejor? ¿Por qué no reconocemos nuestras malas elecciones?

Somos forofos de lo nuestro, verdaderos hooligan de nuestras preferencias pasadas. No piensen que la edad nos templa y madura, las convicciones arraigan en nosotros cada minuto que pasa. En la criba de lo que es bueno o malo es fácil elegir qué nos conviene cuando lo elegido es nuevo en nuestra vida.

Pero, ¡ay amigo! Recapacitar y cambiar una elección del pasado, reconocer ante alguien que te estabas equivocando o simplemente opinar que el colegio no está mal pero es uno más, que hay golfos en el PP y el PSOE, en el PSOE y el PP o que eres del Madrid y Ronaldo es un prepotente. (por no decir imbécil)... es más fácil autoconvencerse de que somos infalibles eligiendo, aunque por la noche , antes de dormir, alguna oveja te ponga mala cara y mueva su índice de izquierda a derecha.

¿Cómo se puede justificar que un político acepte trajes, relojes o incluso coches? "Cualquiera lo haría...". ¡No! Cualquiera no lo haría, sólo los que creen que son mejores por su sillón.

¿Cómo se puede justificar que un ERE destroce familias y otros que no han trabajado en su vida cobren de él? "Sólo afecta al 1% de los expedientes" ¿Sólo? Si pudiera, en vez de escribir, masticar las palabras, probablemente vomitaría.


Juan C. Pastor